La última sesión plenaria del año en el Ayuntamiento de Logroño centró su atención en la denuncia del contrato de la gestión indirecta del servicio de limpieza urbana y tratamiento de residuos sólidos urbanos y en la presentación de las bases reguladoras para la concesión de ayudas para la mejora y modernización del comercio. Ambos asuntos fueron aprobados por unanimidad de los tres grupos municipales asistentes –PP, PSOE y PR–, ya que la concejala de Izquierda Unida, Beatriz Alonso, se ausentó por enfermedad.
Al abordar la gestión indirecta del servicio de limpieza,
el pleno señaló el 28 de febrero de 2002, como la fecha de finalización
del contrato otorgado a la empresa Urbaser. La adjudicación se
realizó en 1994, entonces el Ayuntamiento de Logroño y la mercantil
Urbaser S. A. suscribieron el contrato que ha tenido por objeto
la gestión indirecta del servicio de limpieza urbana, así como
la recogida de residuos sólidos urbanos.
La duración establecida en la adjudicación fue de ocho años, prorrogables por periodos anuales, hasta un máximo de dos. Ante la proximidad de la finalización del contrato, la Corporación Municipal ha decidido denunciarlo por expiración del plazo contractual. El Ayuntamiento de Logroño deberá decidir en febrero si prorroga la contrata o convoca un nuevo concurso para la adjudicación de este servicio. Desde los sillones del grupo municipal del PSOE, Vicente Urquía, solicitó al equipo de Gobierno del Partido Popular que “dada la importancia del contrato –cerca de mil millones anuales– el nuevo pliego de condiciones se redacte desde el consenso”.
El pleno del Ayuntamiento de Logroño también aprobó por unanimidad
las bases reguladoras para la concesión de ayudas y subvenciones
para la mejora y modernización del pequeño comercio.
La iniciativa se enmarca en el desarrollo del Plan de Comercio
de la ciudad, tal y como se detalla en la primera página de este
número de ‘De Buena Fuente’. La concejala de Comercio, Carmen
González Cuevas, tras describir detalladamente las ayudas habilitadas,
manifestó su satisfacción “por la línea de apoyo al comercio que
estamos desarrollando”. Por su parte, el concejal socialista,
Atilano de la Fuente, planteó la duda de que “tal vez sólo se
trate de buenos propósitos”, aunque, finalmente, respaldó con
su voto las ayudas planteadas. De la Fuente solicitó también la
incorporación al grupo de comercios beneficiarios de los establecimientos
del sector de bienes usados y cubiertas, así como de los dedicados
al campo de la fotografía o las artes gráficas. La concejala de
Comercio señaló que “no existe ningún inconveniente en sumar los
comercios de bienes usados y cubiertas al Plan”, pero rechazó
la incorporación de las empresas de fotografía, artes gráficas
o empresas de trabajo temporal, “ya que son industrias, y si quieren
funcionar como comercios deben aparecer en el epígrafe correspondiente”.
González Cuevas reiteró que el Plan de Comercio es “mucho más amplio que el capítulo de ayudas y subvenciones” y recordó que “abarca la formación, modernización y dinamización del sector”.
La unanimidad entre los grupos municipales se rompió al abordar el convenio de colaboración entre la Cámara de Comercio de La Rioja y el Ayuntamiento de Logroño, para la gestión del Centro de Promoción y Asesoramiento del Comercio (CEPAC), también incluido dentro del Plan de Comercio. El concejal del PR, Ángel Varea, calificó de desproporcionada la inversión de 40 millones en el CEPAC, “en relación de las ayudas que va a gestionar”. En parecidos términos intervino Atilano de la Fuente: “Creemos que se trata de un gasto innecesario, pensamos que estas actuaciones se podían haber desarrollado desde la Unidad de Empleo y Comercio del propio Ayuntamiento”.
Para la concejala de Comercio, “gran parte del éxito del Plan
puesto en marcha recaerá en el CEPAC”, y rechazó la idea de la
desproporción en la inversión: “El centro recibe este año para
su puesta en marcha 40 millones de pesetas, 20 para el funcionamiento
del propio centro y el resto para invertirlos directamente en
la dinamización del comercio”.
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